La pandemia Covid-19, que ha afectado a las cadenas de suministro mundiales, las reuniones sociales, la educación, la aviación y la economía tal y como la conocemos, se ha convertido en el tema del día. Prácticamente todas las fuentes de noticias se han hecho eco de su efecto en estos ámbitos de la vida desde febrero, pero un aspecto que se suele pasar por alto es su efecto en el individuo.
En todo el mundo, desde América hasta África, Covid-19 inició una fiebre sin precedentes por los recursos esenciales, al tiempo que se daban directivas de «quedarse en casa». Este efecto de acaparamiento hizo que las instalaciones se vieran desbordadas por clientes que buscaban adquirir bienes que duraran mucho tiempo. En unos pocos casos, la prisa por los productos esenciales provocó altercados físicos que iban en contra de la idea de tener un contacto mínimo en estos tiempos.
Los encargados y gestores de los almacenes también se esforzaron por mantener el orden, minimizar el contacto dentro de sus instalaciones y garantizar que los productos disponibles llegaran a todo el mundo. El efecto de acaparamiento y los retos afrontados ponen de relieve la importancia de la planificación de la capacidad y el análisis predictivo durante una pandemia. Merece la pena recordar que, en tiempos como éstos, la sociedad sólo es tan segura como sus individuos más débiles. De ahí la necesidad de minimizar el acaparamiento y garantizar que todo el mundo reciba los productos esenciales para vivir.
Reducir el acaparamiento mediante la planificación de capacidades
Aunque la planificación de la capacidad suele aplicarse a las instalaciones de fabricación, cualquier empresa que preste algún tipo de servicio puede aprovecharla. Para los almacenistas, los mercados y los supermercados, la planificación de la capacidad puede ser una herramienta eficaz para garantizar que las tiendas permanezcan abiertas, cuenten con personal eficaz y presten los servicios esenciales necesarios en estos tiempos.
En este escenario, la tecnología de simulación es una herramienta dispuesta para analizar la capacidad actual, determinar los requisitos de nivel de servicio y crear planes para cumplirlos. Un ejemplo es el uso de un modelo de simulación de eventos discretos (DES) para desarrollar sistemas de colas eficientes que reduzcan el tiempo de espera de cada cliente.
La aplicación de modelos DES en grandes mercados ha ayudado a las empresas a mejorar los tiempos de espera en un 26%. En este estudio de caso, la mejora del 26% se tradujo en una reducción de 5 minutos del tiempo que un cliente empleaba en pagar un pedido. Aplicar esto a las prisas inducidas por Covid-19 que siguen produciéndose en algunos comercios puede reducir la ansiedad que muestran los clientes cada vez que salen a comprar.
La integración de datos de gestión de recursos empresariales, como listas de inventario, en modelos de simulación también puede ayudar a racionar los bienes entre los clientes. En el Reino Unido, se descubrió que las personas mayores y los profesionales sanitarios tenían dificultades para adquirir bienes esenciales, ya que los productos disponibles se compraban antes de que llegaran a las tiendas. Para eliminar estos problemas, se crearon unas «horas de la tercera edad»para garantizar que las personas vulnerables y los profesionales sanitarios pudieran hacer sus compras antes de las horas punta normales de los clientes.
El software de simulación puede mejorar estos planes proporcionando información sobre el número de horas que los ancianos pasan comprando y cuánto tiempo pasan en los puntos de caja. Con esta información, las tiendas pueden optar por reorganizar la distribución de sus tiendas para hacer de la compra una experiencia más cómoda. Así, los productos con más probabilidades de ser comprados, como los desinfectantes de manos, pueden colocarse más cerca de los puntos de caja y en carritos o estanterías de fácil acceso.
La simulación también puede ayudar a desarrollar políticas eficaces de racionamiento de productos de primera necesidad. Según una encuesta realizada en el Reino Unido, uno de cada diez consumidores almacena o acapara productos esenciales, lo que pone en peligro a los demás. En la actualidad, tiendas como Tesco, Waitrose y tiendas en línea han puesto límites al número de productos esenciales que los particulares pueden comprar. La mayoría de estas tiendas eligieron cifras arbitrarias para determinar su política de racionamiento, un ámbito en el que la simulación puede arrojar más luz.
Con el uso de datos históricos de compras y listas de inventario, los propietarios de tiendas pueden acceder a la información necesaria para crear políticas de racionamiento más precisas. Cuanto más precisa sea una política de racionamiento, más fácil será hacer frente al acaparamiento en estos tiempos de incertidumbre. Los modelos de simulación también pueden integrar riesgos como los retrasos en la cadena de suministro y otros problemas logísticos derivados de la pandemia de coronavirus. La información obtenida a partir de estos modelos puede ayudar a las tiendas a conocer los plazos de espera de los nuevos productos que, a su vez, determinan las nuevas políticas de racionamiento.
Minimizar el contacto físico con la tecnología de simulación
Aunque todas las actividades sociales se han paralizado, se espera que las salidas para adquirir bienes o servicios esenciales continúen hasta que se haya hecho frente a la pandemia. Durante las salidas, el camino más seguro para protegerse es el distanciamiento social y evitar el contacto con otros compradores. La distancia que se recomienda mantener es de 6 pies o 72 pulgadas. Las tiendas físicas han tenido esto en cuenta y, en muchos casos, se han habilitado espacios para que los compradores permanezcan de pie mientras esperan.
La eficacia de los espacios de pie sólo es tan buena como la paciencia del individuo que espera en uno de ellos. En algunos casos, los acaparadores han pasado por alto la necesidad de distanciamiento social para conseguir lo que quieren. Por lo tanto, sigue siendo necesario un medio de imponer el distanciamiento social para minimizar el contacto físico.
La simulación puede ayudar a acelerar los tiempos de espera y también a determinar el tiempo máximo de espera que debe pasar un cliente en los puntos de caja. Las tiendas pueden utilizar los datos para establecer temporizadores tanto para los cajeros como para las cerraduras eléctricas de las puertas, con temporizadores visibles para los cajeros. Los temporizadores ayudarán a los cajeros a ser más eficientes, mientras que la puerta mantendrá alejados a quienes pretendan saltarse la cola y distorsionar las normas de distanciamiento social.
Planificar el futuro
Según todos los indicios, se espera que la pandemia de Covid-19 quede contenida en algún momento de un futuro próximo y con ella llegue el inicio de las actividades económicas normales. La simulación como herramienta de planificación puede ayudar a las empresas a prepararse hoy para ese futuro. Esto incluye a los fabricantes, que tendrán que aumentar el suministro para satisfacer la creciente demanda mundial tras el racionamiento, y a los proveedores de atención sanitaria, que tendrán que reducir gradualmente su capacidad sin reducir la calidad de la atención que prestan.
Al final de esta pandemia, una cosa es segura: las prácticas empresariales tradicionales se redefinirán y ninguna norma empresarial saldrá indemne. Por tanto, las empresas con capacidad para planificar los cambios en las cadenas de suministro, la fabricación y la prestación de servicios se mantendrán por delante de la competencia. El software de simulación le proporciona la capacidad de planificar con precisión y recibir información práctica que le situará por delante de sus competidores.